Alan Woods
Si algún éxito de comunicación ha tenido el presidente Felipe Calderón ha sido el de convencer a México y al mundo de que él es el primer Presidente mexicano que ha estado dispuesto a combatir el narco y que ha tenido éxito en la tarea. Incluso la gente que está en desacuerdo con su estrategia acepta que este gobierno mexicano es el primero en combatir el tráfico con seriedad. Incluso los funcionarios estadounidenses, siempre tan críticos de nuestros gobiernos, coinciden con esta idea. Sólo hay un problema con ella: es falsa.
Es verdad que el gobierno del presidente Calderón ha gastado más que ninguno en la lucha contra el narcotráfico. Entre 2006 y 2010 el gasto público total aumentó 30.7 por ciento en términos reales, pero el de la Secretaría de Seguridad Pública se incrementó 184 por ciento (Presupuesto de egresos 2011, pp.123, 134).
Hubo gobiernos anteriores, sin embargo, que lograron mayores éxitos en la guerra contra el narco. Esto lo señala Ignacio Morales Lechuga, el ex procurador general de la República y ex rector de la Escuela Libre de Derecho, de la que es egresado el propio primer mandatario.
El 21 de septiembre de 2010 Morales Lechuga envió una carta al presidente Calderón en la que señalaba: "Contra la idea muy difundida en el sentido de que antes no se hacía nada contra el narcotráfico y que la paz se debía a los pactos (con el narco), le envío una copia de su propio informe (de gobierno) en donde aparece que el aseguramiento más alto de cocaína se llevó a cabo en 1991 con 50.3 toneladas".
Efectivamente, el propio Cuarto informe de gobierno del presidente Calderón apunta que en 1991 se decomisaron 50.3 toneladas de cocaína, el máximo nivel registrado. En el 2007, en el gobierno de Calderón, hay también una cifra importante, de 48 toneladas, pero esto es por un solo decomiso muy importante en Manzanillo. En los otros años del actual régimen los decomisos son muy inferiores. En los tres primeros años del gobierno de Salinas de Gortari, de hecho, se decomisaron 139 toneladas de cocaína. En los tres primeros años de Calderón, el total fue de apenas 85.1 toneladas.
En su carta al presidente Calderón, el ex procurador Morales Lechuga recalca que la Procuraduría General de la República en sus tiempos tenía un presupuesto de "apenas 20 por ciento del actual y el ejército sólo se circunscribía a la erradicación de cultivos ilícitos". De hecho, si consideramos todo el dinero que se está dedicando actualmente a la lucha contra el narco, no sólo a través de la PGR sino de la Secretaría de la Defensa, la Secretaría de Marina, la Secretaría de Seguridad Pública y otras dependencias, podemos afirmar que hoy el gobierno gasta montos inmensamente superiores en esta lucha contra el narco de lo que se empleaba en tiempos de Salinas de Gortari.
Ahora bien, si queremos medir no el dinero gastado sino los resultados obtenidos, por ejemplo en decomisos, tendremos que aceptar que el esfuerzo actual es bastante menos eficaz que el de los años de Salinas de Gortari. Si consideramos el número de ejecuciones ligadas al narcotráfico, el fracaso del actual régimen sería infinitamente mayor.
El problema no es que el gobierno del presidente Calderón no se esté esforzando en esta difícil guerra contra el narco. Lo está haciendo, aunque de una manera menos eficaz que en gobiernos anteriores. Lo que sin duda es irritante, especialmente para quienes arriesgaron su vida y las de sus familias en la lucha contra el narco, como Morales Lechuga, es que el Presidente insiste de forma reiterada en que nadie antes que él quiso enfrentar al narco.
Que paguen los pobres
El jefe de Gobierno del Distrito Federal anunció este viernes que usará recursos del erario para defender su iniciativa de prohibir los supermercados cerca de mercados. Así, empleará dinero de los contribuyentes para asegurar que los pobres paguen más que los ricos por los mismos productos.
www.sergiosarmiento.com
Si algún éxito de comunicación ha tenido el presidente Felipe Calderón ha sido el de convencer a México y al mundo de que él es el primer Presidente mexicano que ha estado dispuesto a combatir el narco y que ha tenido éxito en la tarea. Incluso la gente que está en desacuerdo con su estrategia acepta que este gobierno mexicano es el primero en combatir el tráfico con seriedad. Incluso los funcionarios estadounidenses, siempre tan críticos de nuestros gobiernos, coinciden con esta idea. Sólo hay un problema con ella: es falsa.
Es verdad que el gobierno del presidente Calderón ha gastado más que ninguno en la lucha contra el narcotráfico. Entre 2006 y 2010 el gasto público total aumentó 30.7 por ciento en términos reales, pero el de la Secretaría de Seguridad Pública se incrementó 184 por ciento (Presupuesto de egresos 2011, pp.123, 134).
Hubo gobiernos anteriores, sin embargo, que lograron mayores éxitos en la guerra contra el narco. Esto lo señala Ignacio Morales Lechuga, el ex procurador general de la República y ex rector de la Escuela Libre de Derecho, de la que es egresado el propio primer mandatario.
El 21 de septiembre de 2010 Morales Lechuga envió una carta al presidente Calderón en la que señalaba: "Contra la idea muy difundida en el sentido de que antes no se hacía nada contra el narcotráfico y que la paz se debía a los pactos (con el narco), le envío una copia de su propio informe (de gobierno) en donde aparece que el aseguramiento más alto de cocaína se llevó a cabo en 1991 con 50.3 toneladas".
Efectivamente, el propio Cuarto informe de gobierno del presidente Calderón apunta que en 1991 se decomisaron 50.3 toneladas de cocaína, el máximo nivel registrado. En el 2007, en el gobierno de Calderón, hay también una cifra importante, de 48 toneladas, pero esto es por un solo decomiso muy importante en Manzanillo. En los otros años del actual régimen los decomisos son muy inferiores. En los tres primeros años del gobierno de Salinas de Gortari, de hecho, se decomisaron 139 toneladas de cocaína. En los tres primeros años de Calderón, el total fue de apenas 85.1 toneladas.
En su carta al presidente Calderón, el ex procurador Morales Lechuga recalca que la Procuraduría General de la República en sus tiempos tenía un presupuesto de "apenas 20 por ciento del actual y el ejército sólo se circunscribía a la erradicación de cultivos ilícitos". De hecho, si consideramos todo el dinero que se está dedicando actualmente a la lucha contra el narco, no sólo a través de la PGR sino de la Secretaría de la Defensa, la Secretaría de Marina, la Secretaría de Seguridad Pública y otras dependencias, podemos afirmar que hoy el gobierno gasta montos inmensamente superiores en esta lucha contra el narco de lo que se empleaba en tiempos de Salinas de Gortari.
Ahora bien, si queremos medir no el dinero gastado sino los resultados obtenidos, por ejemplo en decomisos, tendremos que aceptar que el esfuerzo actual es bastante menos eficaz que el de los años de Salinas de Gortari. Si consideramos el número de ejecuciones ligadas al narcotráfico, el fracaso del actual régimen sería infinitamente mayor.
El problema no es que el gobierno del presidente Calderón no se esté esforzando en esta difícil guerra contra el narco. Lo está haciendo, aunque de una manera menos eficaz que en gobiernos anteriores. Lo que sin duda es irritante, especialmente para quienes arriesgaron su vida y las de sus familias en la lucha contra el narco, como Morales Lechuga, es que el Presidente insiste de forma reiterada en que nadie antes que él quiso enfrentar al narco.
Que paguen los pobres
El jefe de Gobierno del Distrito Federal anunció este viernes que usará recursos del erario para defender su iniciativa de prohibir los supermercados cerca de mercados. Así, empleará dinero de los contribuyentes para asegurar que los pobres paguen más que los ricos por los mismos productos.
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